Comentario de artículo

Título: Lecciones de los videojuegos en educación, civismo y periodismo.
Autor/a: Dolors Reig
Enlace: http://www.dreig.eu/caparazon/2010/11/23/motivacion-y-videojuego/


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Comentario personal


Está claro que hoy en día un buen videojuego es capaz de motivar mucho más a un niño que una clase magistral de cualquier materia. ¿Podríamos aprender algo de ellos para nuestras clases?


Pues no es algo que no sepamos ya de forma teórica, los videojuegos llevan la teoría del refuerzo positivo o negativo al mundo virtual, utilizando un programa de premios muy bien estudiado. La facilidad que tienen los videojuegos para atraer la atención de los niños es innegable, y la posibilidad de conseguir una serie de objetos, privilegios o simplemente terminar el juego, lleva a los niños a pasar horas y horas delante de una pantalla.


Esta teoría de los refuerzos es algo que los docentes ya utilizamos, creo que lo único que podríamos aprender es a establecer y distribuir los refuerzos y premios de forma óptima en clase. Haciendo que los niños reciban un refuerzo (positivo o negativo) cada cierto tiempo, pero además, debemos aplicar refuerzos de intervalos aleatorios, para que el niño no vea los premios como algo cíclico y llegue a esperárselos después de cada trabajo o intervención.


La labor motivadora de los videojuegos está mucho más enfocada a un público destinatario, es decir, el niño elige el videojuego según su temática, personajes, etc. Nosotros como docentes debemos motivar y exponer diversos puntos que puedan resultar interesantes al niño, que sean motivantes para que el niño vea en nuestra asignatura campo de ocio e investigación.


Conclusión


Creo que tenemos mucho que aprender del mundo de los videojuegos (hablando de videojuegos que tengan alguna base didáctica), debemos recordar que el aprendizaje debe ser ameno, y no por ello debe ser menos significativo para el alumno. Además, hoy día, tenemos a nuestra disposición numerosos juegos que no sólo motivan a los niños, sino que pueden utilizarse perfectamente en clase, convirtiendo algo que a simple vista puede parecer tedioso, en algo lúdico y motivador.